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Villa Graziella, lujo junto al mar en Sant Lluis, Menorca30 Oct, 2020 Manolo Alarcon

villa graziella sant lluis menorca

Villa Graziella es una villa de lujo junto al mar en Sant Lluis, Menorca, uno de esos lugares del Mediterráneo que todavía nos evocan sensación de auténtico refugio. Preservada de los estragos del turismo de masas, llena de lugares con encanto, Menorca envuelve de belleza al visitante nada más llegar. Sus paisajes, sus pueblos tradicionales, sus playas y calas, sus puestas de sol… La belleza de Menorca es tranquila, armoniosa, sedante por naturaleza.

Villa Graziella se encuentra en el sureste de la isla, en la reputada urbanización de Binisafuller Roters. Se trata de un entorno esencialmente residencial, de villas rodeadas por espacios verdes, a un corto paseo del mar. Todo alrededor respira tranquilidad.

Obra del prestigioso arquitecto menorquín Pedro Luis Mercadal, Villa Graziella refleja elegancia y distinción en cada uno de sus rincones. Eso sí, sin dejar de lado la funcionalidad que confiere el diseño inteligente, el saber hacer, la experiencia combinada con el gusto.

Hablamos de una obra arquitectónica de estilo contemporáneo, de líneas sobrias. Sin embargo, los tonos cálidos de los materiales y la sabia dosificación de elementos arquitectónicos tradicionales la hacen extraordinariamente acogedora.

villa de lujo sant lluis menorca

Nada más entrar nos apercibimos de la primera de las características que hacen de Villa Graziella algo especial. Toda la villa «gira» en torno al espectacular patio parcialmente cubierto que nos acoge y que tiene acceso a todas a las estancias. Es el corazón de la villa, con su fuente en el centro y enmarcado por elegantes columnas. Con el cielo estrellado como techo, es un lugar idílico para celebraciones al aire libre.

Otra característica que nos llama la atención a primera vista en esta villa de lujo en Sant Lluis, Menorca, son los amplios ventanales que cubren la fachada principal, permitiendo que entre a raudales la luz del sol. La parcela, de casi 1.500 metros cuadrados, no deja nada que desear, con su piscina y su cuidado jardín, todo al abrigo de miradas indiscretas. Y como colofón de todo, en la azotea, el espacio lounge-solarium, con vistas de 360º, el lugar ideal para relajarnos contemplando el mar o una de las increíbles puestas de sol de Menorca.

costa binisafuller roters sant lluis menorca

A sus cualidades como residencia, Villa Graziella añade el hecho de estar situada en un marco espectacular y a solo 300 metros del mar. La costa en el área de Binisafuller Roters es el paraíso tanto para los que prefieren las rocas como la arena. Hay infinidad de pequeñas calas rocosas bañadas por un mar de intenso color azul.

En Binisafuller Roters hay auténticas maravillas de esta naturaleza escarpada. La más conocida es la piscina natural conocida como «La Olla». Se trata de una pequeña cala abrazada por rocas y protegida de las olas, perfecta para la natación. Los accesos con escalerillas facilitan la inmersión y el placer del baño en este espectacular entorno.

cala en binisafuller roters sant lluis menorca

Binisafuller Roters es una  zona muy tranquila, pero de ninguna manera aislada ni despoblada. A un paseo de distancia encontramos un lugar muy especial, Binibeca Vell. Es una urbanización construida en los años 60, pero a imitación perfecta de un pueblo tradicional de pescadores. Cuenta incluso con su pequeña iglesia. Sus estrechas e intrincadas callejuelas y sus casas de paredes encaladas han sido edificadas con tanto acierto que tienen el poder de transportarnos a otras épocas.

sant lluis menorca

A 10 minutos en coche está el pueblo blanco de Sant Lluis, el centro del municipio. Es uno de los más bonitos en una isla y una región de pueblos espectaculares. Tiene una particularidad que lo distingue y es su herencia francesa. En efecto, la isla de Menorca estuvo ocupada por los franceses durante el siglo XVIII. Y ellos fundaron la localidad, que lleva su nombre en honor del rey Luis XV de Francia.

La huella francesa es visible en el trazado rectilíneo de las calles, característica del urbanismo neoclásico del XVIII. Pasear por ellas es una auténtica delicia (como también lo es disfrutar de la exquisita gastronomía regional en uno de sus restaurantes, como S’Oliveira, La Bolla o La Rueda).

 

30th Oct, 2020 by Manolo Alarcon

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